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Hipertrofia prostática

Hipertrofia prostática o hiperplasia benigna de próstata

Las afecciones de la próstata como la hipertrofia prostática son un problema frecuente en los hombres de edad avanzada. En la cuarentena o la cincuentena de la vida pueden aparecer los primeros síntomas que derivan de algún problema de próstata.

La próstata es una glándula o complejo músculoglandular de volumen comprendido entre las 15 y los 20 ml en condiciones normales, pesando en torno a los 20 gramos. Su parte anterior es muscular (un 30%) y el resto es glandular. Está localizada en la pelvis rodeando la uretra debajo de la vejiga urinaria.

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una de las afecciones prostáticas más frecuentes. Consiste en un un tumor benigno o hiperplasia adenomatosa que obstaculiza la salida de la orina de la vejiga urinaria.

Aunque no se conoce el origen de la hiperplasia benigna de próstata se cree que está relacionado con los cambios hormonales que acompañan al envejecimiento. Pasados los 50 años se produce un incremento del tejido fibromuscular y glandular. Se cree que con la edad disminuye la proporción testosterona/estrógenos y se convierte más testosterona en dihidrotestosterona (DHT) por la acción de la enzima 5-alfa-reductasa. El aumento de la dihidrotestosterona hace que las células de la próstata se multipliquen más rápidamente y así se produce la hipertrofia de la próstata. Por otra parte, con la edad se convierte más testosterona en estradiol (hormona femenina) gracias a la mayor actividad de la enzima aromatasa. El estradiol estimula el crecimiento de la próstata.

En resumen, la hipertrofia prostática se da cuando baja la tasa de testosterona y sube la tasa de dihidrotestosterona (por acción de la enzima 5-alfa-reductasa) y la de estradiol (por acción de la enzima aromatasa).

Los factores de riesgo identificados son la edad superior a los 50 años, los testículos funcionantes (que generen testosterona), la raza negra y tener precedentes familiares. En la raza amarilla la HBP tiene menor incidencia.

 

Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata

Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata no son proporcionales al tamaño de la próstata ni evolucionan siempre en el tiempo. Los síntomas pueden deberse al agrandamiento de la próstata (dificultad para iniciar la micción, disminución de la fuerza y caudal del chorro de orina, intermitencia del chorro, goteo posterior a la micción, sensación de micción incompleta) o al exceso de tono de los músculos que conectan la vejiga con la uretra y de la próstata (necesidad imperiosa de orinar sobre todo de noche, aumento de la frecuencia de la micción y dolor sobre el pubis).

 

Hipertrofia prostática y alimentación

La toma de alimentos vegetales con fitoestrógenos tiene función protectora de la próstata contra esta enfermedad, ya que los fitoestrógenos disminuyen la adhesión de los estrógenos a la próstata. Algunos estudios muestran la influencia de la dieta en la hipertrofia prostática, siendo menor su prevalencia cuando en la dieta abundan el licopeno, los polifenoles y los fitoestrógenos.

Los ácidos grasos esenciales omega 3 como EPA y DHA tienen un papel fundamental en la salud cardiovascular. No obstante, aunque no se conoce el mecanismo, parece ser que quienes consumen más EPA y DHA tienen mayor riesgo de hiperplasia de próstata. Podría deberse a la tendencia a oxidarse de estos ácidos, lo que aumentaría la 5-alfa-reductasa y la dihidrotestosterona en la próstata.

En Japón se realizó un estudio según el cuál el consumo elevado de leche aumentaba el riesgo de padecer hipertrofia de próstata.

Un estudio también ha relacionado el consumo de grasas poliinsaturadas como el aceite de girasol con un mayor nivel de DHT. En otros estudios se relaciona el consumo elevado de aceites vegetales (salvo el aceite de oliva) y de margarina con un mayor riesgo de hipertrofia prostática.

El consumo habitual en pequeñas dosis de bebidas alcohólicas de baja graduación, como cerveza y vino, parece estar relacionado con menor riesgo de HBP.

En otros estudios se ha evidenciado que el consumo de frutas, legumbres y verduras, que aportan betacaroteno, luteína y vitamina C natural, reduce el riesgo de hiperplasia benigna de próstata.

 

Tratamiento natural de la hipertrofia prostática

Los tratamientos naturales más empleados contra la hiperplasia benigna de próstata son los extractos de plantas, algunos de los cuales trataremos a continuación.

 

Epilobio

Como veremos en la siguientes líneas, el Epilobium parviflorum es una excelente planta para tratar las afecciones relacionadas con la próstata y la vejiga.

El Epilobium parviflorum o epilobio de flores pequeñas se ha utilizado tradicionalmente para combatir diarreas, inflamaciones de la mucosa del tubo digestivo, asma, gripe, tos, faringitis y gingivitis. Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata encuentran también alivio con el uso del epilobio.

Sus principales principios activos son los flavonoides, fitosteroles y taninos. Los elangitaninos del epilobio inhiben la acción de la 5-alfa-reductasa (enzima que interviene en la transformación de testosterona en dihidrotestosterona) y de la aromatasa (enzima que transforma los andrógenos en estrógenos) y poseen acción astringente. La miriscetina posee propiedades antiinflamatorias. Por estas dos vías de acción, el epilobio resulta efectivo contra la hiperplasia benigna de próstata.

Los extractos acuosos de Epilobium parviflorum han resultado efectivos contra infecciones agudas y crónicas de próstata, contra las inflamaciones de las vías urinarias, contra las inflamaciones de la vejiga urinaria crónicas de repetición, así como contra el adenoma de próstata en fases iniciales.

 

Sabal

Sabal serrulata, Serenoa repens, Serenoa serrulata o palmera enana son los nombres que recibe este arbusto de la familia Araráceas. Puede alcanzar los 3 metros de altura y de su fruto se obtiene el extracto de sabal que contiene ácidos grasos saturados (laúrico, mirístico, cáprico y palmítico) e insaturados (oléico y linoléico). Entre su composición el sabal cuenta también con fitoesteroles (campesterol, beta-sitosterol y estigmasterol).

Aunque se han confirmado sus beneficios en caso de hiperplasia benigna de próstata, no está claro su mecanismo de acción.El extracto de sabal inhibe la acción de la enzima 5-alfa-reductasa que permite a la testosterona convertirse en DHT (dihidrotestosterona), la cual favorece el crecimiento del tejido de la próstata. Esta propiedad antiandrogénica del extracto de sabal hace que también se frene la caída del cabello.

Los fitoesteroles del sabal tienen actividad antiinflamatoria (posiblemente al evitar que los neutrófilos lleguen a los tejidos inflamados) lo que, unido a su actividad antiandrogénica hace que el sabal sea adecuado contra la hiperplasia benigna de próstata.

Según ensayos clínicos, la mejoría que se aprecia en los síntomas de la HBP es similar a la que se obtiene con el medicamento finasterida, pero con menos efectos secundarios.

La dosis recomendada es de 320 mg diarios de extracto lipofílico de sabal estandarizado al 85-95% en ácidos grasos y esteroles. También puede tomarse entre 1 y 2 gramos diarios de la droga (planta).

 

Pygeum Africanum

El Pygeum africanum, ciruelo africano o Prunus africanum es originario de África central y meridional. Algunas tribus africanas utilizaban su corteza para tratar los problemas de vejiga y ganas de orinar por la noche.

Sus principios activos son lor taninos, triterpenos, ácido ursólico, n-docosanol, alfahidroxiursólico y fitosteroles.

Se sabe que los extráctos lipídicos de la corteza del Pygeum africanum contienen fitoesteroles, como el betasitosterol, que producen un efecto antiinflamatorio al inhibir la síntesis de prostaglandinas. El Pygeum también ejerce un efecto antiedematoso debido a su contenido en terpenos pentacíclicos.

Entre los efectos que produce sobre los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata estan el reducir la necesidad de orinar por la noche, incrementar el flujo de orina y permitir un mayor vaciado de la vejiga.

La dosis más habitual es de 100 mg al día de extracto lipoesterólico de la corteza del ciruelo africano estandarizado al 13% en esteroles o al 14% en triterpenos.

 

Ortiga mayor

La raíz de Urtica dioica u ortiga mayor atesora los principios activos que hacen de esta planta popular un remedio efectivo contra las afecciones prostáticas.

La raíz de Urtica dioica contiene terpenos, ácidos grasos, ceramidas, esteroles, cumarinas, lignanos, fenilpropanos y glucósidos, destacando entre ellos el ácido linoleico, el bata-sitosterol, el estigmasterol, el campesterol, el ácido ursólico y la aglutinina.

Aunque su mecanismo de acción no está claro, la Ortiga mayor ha manifestado beneficios en los casos de hiperplasia benigna de próstata. Parece ser que diversos componentes de esta planta disminuyen la unión entre la dihidrotestosterona y la globulina sérica transportadora de hormonas sexuales (SHBG).

En experimentos con animales se ha comprobado que el extracto hidroalcohólico de raíz de Urtica dioica disminuye el tamaño de la próstata en casos de HBP.

 

Calabaza

La calabaza o Curcubita pepo tiene su origen en América. Su fruto posee semillas de valor culinario que se han empleado como vermífugo y para tratar los cálculos renales. Además, dichas semillas se han utilizado para tratar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.

En la composición de las semillas de calabaza destaca el ácido linoleico, el estigmasterol, el campesterol, el tocoferol, el selenio y el magnesio.

El extracto lipoesterólico de las semillas resulta antiinflamatorio al inhibir la formación de prostaglandinas. También inhibe la acción de la 5-alfa-reductasa y, por tanto, consigue que se forme menos DHT (dihidrotestosterona) que es la que fomenta el crecimiento de tejidos en la próstata.

La dosis indicada es de 10 g de semillas al día.

 

Maca Roja

La maca roja (Lepidium meyenii) tiene la propiedad de disminuir el tamaño de la próstata, según un estudio realizado sobre ratas.

 

 

Conocer más propiedades del epilobio.


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Etiquetas: próstata sabal epilobio

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