Afecciones de la próstata
La próstata es una glándula rojiza que está unida al cuello de la vejiga urinaria de los hombres y a la uretra. En condiciones normales la próstata tiene el tamaño de una nuez y su función es segregar un líquido que forma parte del semen.
Son varias las afecciones que puede presentar la próstata; la más grave es, sin duda, el cáncer de próstata y entre las más frecuentes están la prostatitis y la hiperplasia benigna de próstata.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata es una patología cuya incidencia aumenta con la edad y tiene influencia de tipo hormonal. Este tipo de cáncer suele avanzar con lentitud y la forma habitual de tratamiento consiste en cirujía, radioterapia y terapia hormonal.
La prevención del cáncer de próstata se fundamenta en la toma de alimentos ricos en antioxidantes como las vitaminas C, A y E y ricos en flavonoides y antocianinas como son las frutas y las verduras.
Por su parte, las setas medicinales nos proporcionan betaglucanos que tienen la capacidad de estimular nuestro sistema inmunitario para luchar contra las células mutadas que pueden transformarse en cancerígenas. Los componentes citotóxicos antitumorales de las setas provocan la muerte de las células cancerosas. Las setas medicinales también aportan componentes antiinflamatorios reduciendo el mecanismo inflamatorio de las céculas tumorales. Las setas medicinales más indicadas por sus propiedades para prevenir y luchar contra el cáncer de próstata son el Cordyceps sinensis, el maitake (Griffola frondosa), el shiitake (Lentinus edodes) y el Polyporus umbellatus.
Los polifenoles del té verde (Camellia sinensis) inhiben el crecimiento de diversas células de cáncer de próstata y producen la inhibición de tumores de próstata.
Los fitoestrógenos de la soja inhiben las células epiteliales de la próstata malignas y benignas y reducen el crecimiento tumoral.
El extracto de granada disminuye los valores PSA e inhibe el crecimiento de carcinoma de próstata.
Hiperplasia benigna de próstata
La hiperplasia benigna de próstata afecta al 50% de los hombres de más de 50 años. Cuando la próstata crece se manifiesta por síntomas como la necesidad de orinar con mayor frecuencia (especialmente por la noche), la mayor duración del proceso de micción, la debilidad del chorro de orina y la sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
El sabal, palmito silvestre, Serenoa repens o Sabal serrulata es una planta utilizada ya por los indios norteamericanos para tratar afecciones urinarias y de próstata. Se sabe que el sabal inhibe la actividad de la enzima 5-alfa reductasa que convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT). Esta última se cree que estimula el crecimiento de las células de la próstata. El sabal bloquea el enlace del DHT con las células de la próstata y reduce los efectos de los estrógenos en la próstata inhibiendo el crecimiento y la multiplicación de las células. El sabal induce la relajación muscular y reduce la inflamación de la próstata.
El ciruelo africano (Prunus africa) es otra planta muy empleada para tratar la hiperplasia benigna de próstata. El ciruelo africano produce una mejoría de los síntomas urinarios, aumenta el flujo urinario y ayuda a vaciar más la vejiga.
La ortiga mayor (Urtica dioica) es otra planta que se utiliza contra la hiperplasia benigna de próstata por su capacidad antiinflamatoria y de mejoría de los síntomas, especialmente si se combina con sabal o con ciruelo africano.
Las semillas de calabaza también se emplean para tratar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
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