Propiedades de la monolaurina
El coco es un alimento estudiado por sus diversas propiedades para la salud. Contiene un ácido graso de cadena media llamado ácido láurico que combinado con glicerol da lugar a la monolaurina (laurato de glicerilo, gliceril laurato o glicerol monolaurato). El ácido láurico también se encuentra de manera natural en la leche materna.
El ácido láurico, presente en el aceite de coco, es transformado por el organismo tras su ingesta en los monoglicéridos monolaurina y monocaprina.
La monolaurina fue descubierta por el profesor Kabara quien identificó las propiedades de esta sustancia para potenciar el sistema inmunitario y luchar contra las infecciones. A partir de este descubrimiento se originó el producto Lauricidin que es monolaurina de gran pureza.
Kabara encontró que la actividad antiinfecciosa de los lípidos está relacionada con su estructura. Así, los monoglicéridos presentan esta actividad que no estaría presente en los diglicéridos y los triglicéridos. De los ácidos grasos saturados el ácido láurico es más efectivo que los ácidos caprílico, cáprico y mirístico.
La monolaurina se emplea para diferentes fines: resfriados, gripes, diversas infecciones víricas y bacterianas, herpes, enfermedad de Lyme, fatiga crónica. Tiene propiedades antimicrobianas contra ARN-virus y ADN-virus con membrana lipídica, muchas bacterias gram positivas y protozoos patógenos.
Su eficacia se extiende a virus con envoltura lipídica como el HIV-1, paramixovirus, rubeola, gripe, bronquitis, herpes zóster, varicela-zóster, Epstein-Barr, citomegalovirus, herpes simple I y herpes simple 2; pero parece no tener efecto contra virus como el de la polio, coxackie, rinovirus, rotavirus y encéfalomiocarditis.
Algunos estudios (Shari Lieberman 2006) han mostrado la capacidad de la monolaurina contra ciertos hongos (varias especies de tiña), levaduras y protozoos. También se ha encontrado en algunos estudios la capacidad de la monolaurina para matar la Cándida albicans y el parásito Giardia lamblia.
Según el trabajo de Enig M. (1998), la monolaurina puede desactivar virus como el herpes simple 1, sarampión, citomegalovirus, VIH, virus de la estomatitis vesicular y virus visna.
La monolaurina se usa frecuentemente como ingrediente de desodorantes.
Monolaurina contra enfermedad de Lyme
En un estudio publicado en 2015 en Journal of Applied Microbiology, se estudió la eficacia de 15 fitoquímicos y micronutrientes contra 2 especies de Borrelia: Borrelia Burgdorferi y Borrelia Garinii. Los nutrientes estudiados fueron: hidroxitirosol, baicaleina, ácido cis-2-decenoico, morina, oenina, vitamina D3, vitamina C, ácido rosmarínico, kaemferol, piceatanol, rottlerin, luteolina, fisetina, monolaurina y kelp (iodina). Se evaluó la eficacia de los nutrientes contra las Borrelia tanto en forma de espiroqueta, como en forma redondeada y en forma de biofilm. La monolaurina fue uno de los nutrientes que mostraron más potencia contra espiroquetas, formas redondas y biofilm de la Borrelia burgdorferi y garinii.
Monolaurina contra el HIV
El primer estudio clínico con la monolaurina y el aceite de coco se realizó con 15 pacientes infectados con VIH en un hospital de Manila. A los 6 meses la carga vírica se había reducido en 8 de los pacientes.
Monolaurina contra Candida
Un estudio (Seleem, Chen, Benso, Pardi y Murata) sobre la actividad in vitro de la monolaurina contra Candida albicans, concluyó que el glicerol monolaurato (monolaurina) tiene actividad antifúngica contra Candida albicans y puede modular la respuestas proinflamatoria del huésped.
Un ensayo (Bergsson y otros) estudió la susceptibilidad de Candida albicans a varios ácidos grasos y sus 1-monoglicéridos. El resultado fue que el ácido cáprico causó la muerte más rápida y efectiva de las 3 cepas de Candida albicans utilizadas. El ácido láurico fue el más activo en concentraciones más bajas.
Actividad contras bacterias
En un estudio (Preuss y Echard) con ratones infectados con Staphylococcus aureus se llegó a la conclusión de que tanto el aceite de orégano como la monolaurina son efectivos como prevención y tratamiento de la infección por esta bacteria.
En un trabajo de 2008 de Batovska, Todorova, Tsvetkova y Najdensky se evaluó la actividad antibacteriana de los triglicéridos de cadena media y sus 1-monoglicéridos contra varias cepas de bacterias gram-positivas de los géneros Staphylococcus, Corynebacterium, Bacillus, Lysteria y Streptococcus. La monolaurina resultó ser el compuesto más activo.
La monolaurina es absorbida por las membranas celulares de las bacterias gram positivas perjudiciales, sin llegar a afectar a las bacerias digestivas beneficiosas. En 1992 se probó que la monolaurina ayudaba a reducir la toxicidad producida por Staphylococcus. En 2005 se demostró que la monolaurina inhibía genes involucrados en la producción de toxinas por parte del ántrax.
También se ha estudiado la actividad de la monolaurina contra bacterias gram negativas. Así, se ha visto que actúa contra la bacteria estomacal Helicobacter pylori independientemente del grado de acidez estomacal.
Según un estudio, la monolaurina inhibe el crecimiento de bacterias gram positivas y gram negativas en la piel infantil.
Contraindicaciones y efectos secundarios de la monolaurina
Según una revisión de estudios sobre la monolaurina (Lieberman, Enig, Preuss) se trata de un producto seguro y no tóxico. Es efectiva contra muchos microorganismos y puede tomarse a diario dado que no parece crear resistencia antiviral ni antibacteriana. La dosis generalmente recomendada en adultos es de 1 a 3 gramos, aunque pueden emplearse dosis mayores si fuese necesario. Para niños pueden emplearse dosis de 30 mg de 1 a 3 veces al día.
Cuando se inicia un tratamiento con monolaurina se puede experimentar la conocida como reacción de Herxheimer durante los primeros días. Ésta consiste en una serie de síntomas como dolor de cabeza, irritabilidad, dolor muscular, etc.
La monoalurina en dosis terapéuticas de 2500 mg/día a 9000 mg/día suele tolerarse bien, aunque puede causar como efecto secundario el ablandamiento de las heces.
Según parece la monolaurina no perjudica a las bacterial intestinales beneficiosas y sí a las patógenas. En un estudio de 1991 (Isaac y otros)
aportan que la monolaurina no desactivó la Escherichia coli común ni la Salmonella enteriditis, pero sí la Hemophilus influenza, Staphylococcus epidermis y streptococos gram positivos del grupo B.
Propiedades de los triglicéridos de cadena media (MCT).
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